Lo malo era que en el fondo ella estaba bastante contenta de sentirse así, de no haber vuelto, de estar siempre de ida aunque no supiera a dónde..

jueves, 26 de mayo de 2011

De tu lado de la cordillera.

Me dejas el sol en los ojos, un atardecer que me ilumina la cara, 
y en el corazon, se me plantó un mar inmenso, 
que mueve el sistole al compas de las olas, 
y el diatole no me para de latir..


Se me pinta la piel de solo pensarlo... 
se me enrriedan los pies en la arena , 
y los ojos se me van lejos, 
recorren las curvas de esos serros que me hablan por ti. 


Me imagino el mar y me siento pequeña, 
quiero un mar donde el silencio navegue en barcos de papel, 
donde no importe ni como ni cuando, solo estar presentes...


El cielo que yo quiero tiene mil colores,  
matices violetas anaranjados y azules dan pinceladas inmensas, 
y tiñen la piel, se reflejan en los ojos, y del cielo se desprenden, 
la sal del mar deja huellitas en las pestañas, 
siluetas blancas en la arena, que el agua borra y vuelve a dibujar...


Puedo regalarte un amanecer, 
de esos que nacen del llano, 
y acarician los caldenes en primavera... 
a cambio del sol bostezando en el mar, 
cuando ya es hora de dormir... 


y la noche se posa en los hombros, 
y los amantes aman y odian, y vuelven a amar... 
Puedo regalarte un par de ojos sinceros 
y mis manos siempre tendidas,  
dedicarte mi mejor sonrisa, y darte flores para perfumar el aire. 


Puedo darte mi locura y algun enojo, 
puedo darte tanto aun sin tener nada... puedo...