Lo malo era que en el fondo ella estaba bastante contenta de sentirse así, de no haber vuelto, de estar siempre de ida aunque no supiera a dónde..

jueves, 26 de mayo de 2011

Es un viejo mar...

Quiero mi horizonte, esa linea infinita que recorre la distancia, el espacio entre el cielo y la tierra... 
Quiero los atarcedecer multicolores, anaranjados, azules y violetas... y los pajaros que cantan y trazan dibujos en el aire, la sombra de un caldén añoso, que se posa en el viento como una postal de tarde..
Quiero sus ojos verdes brillando, pequeñas esmeraldas como faros en la oscuridad..    
Y su sonrisa infinita, que deslumbra cada uno de mis pasos al andar.